EL CUPONERO DE ZUERA

Es difícil, muy difícil, vender 13.461 cupones de la O.N.C.E. y si encima le digo que son todos del mismo día y en una población que no llega a 7.000 habitantes más.

Pero hay personas que tienen la capacidad de hacer posible, e incluso fácil lo que para la gran mayoría sería algo inalcanzable.

Les hablo de Don JOSÉ ATONIO DURNES, más conocido como Pipo, que es como se le conoce en su entorno más cercano. 

PIPO EL CUPONERO DE ZUERA,

es como se le ha bautizado en su población.

Pipo estuvo varios años de médico en médico en muchos hospitales debido a un accidente laboral que sufrió y le dejo imposibilitado de un brazo, pero eso no mermo su fuerza de voluntad ni las ganas de trasmitir su alegría al mundo. Cualquier trabajo que pudiese hacer a pesar de su imposibilidad lo hacía para echar adelante junto a Cristina su mujer, a sus preciosos hijos Alba y Guillermo.

Llegaron años muy duros, en los que se hundió muchas veces. Años en los que estuvo a punto de “Abandonar”. 

Pero el día 18 de julio de 2012 llego la ONCE.
Había una posibilidad.
Había Esperanza.

El les dijo, confíen en mí, no les fallare.

Desde luego que no les fallo.

En el poco tiempo que lleva en Zuera ha llegado a ser una persona muy querida y el mejor y más querido vendedor de la O.N.C.E. de su localidad.

Tan solo dos años después el viernes 18 de abril de 2014 con el numero 96027 dio un premio de 100.000€ y 120 más de 600€ al cupón

pero la suerte de este vendedor no queda ahí  y en el sorteo extraordinario del 11 del 11 de 2014 con el numero 10934 dio un premio de 1.000.000€ más 119 de 2.000€ al cupón.

 Una combinación que lo ha convertido en toda una leyenda de Zuera.

Pero Pipo no es querido solo por la suerte que ha traído a su población, sino por su forma de ser y la alegría que trasmite a los demás. 

Nunca pasa desapercibido porque le han visto disfrazarse de casi todo.

Participa en todos los actos que se hacen en el pueblo.

Patrocina iniciativas de los jóvenes y hace acto de presencia allí donde puede ayudar y de paso…… vender ilusión. 

En solo tres años ha llegado a conocer por nombre y apellido a casi todos. Abuelos, padres, madres, hijos y parentescos familiares. Los ha conocido y le han conocido.

Pipo es una persona extraordinaria sensible con los que sufren, solidario e implicado con cualquier iniciativa que implique ayudar a quien lo necesita.

Es comprometido con su trabajo, leal y fiel con su familia, su madre y sus amigos.

Don Fernando Macén Bosque de la junta directiva de la cooperativa de Zuera, junto al pueblo de Zuera, le agradecen su iniciativa de hacer que la ONCE dedicara el cupón del 30 de Agosto de 2015 a La Cooperativa de Zuera con motivo de su centenario.

Dicho cupón fue con el que logro hacer realidad la hazaña que he nombrado al principio de esta redacción,  el cupón de la cooperativa de Zuera, ese es el cupón que pasara a la historia grande de la O.N.C.E. por convertir a Pipo en el primer vendedor record de ventas de un mismo cupón en la historia de la organización. Porque cuando una persona es tan querida y respetada por su gente, cuando hay una población tan unida, cuando un trabajo se convierte en una pasión, hace que sea posible cualquier cosa que se propongan.

Por eso quiero rendirle este humilde homenaje a Don JOSÉ ATONIO DURNES (Pipo) en El museo del cupón, en reconocimiento a su trabajo, su esfuerzo y su facilidad para arrancar una sonrisa cada vez que se acerca a su gente, también a toda la población de Zuera que lo ha acogido tan maravillosamente y que ha hecho que dicha hazaña haya sido posible. 

Solo queda decir que deseo que sigas caminando por las calles y plazas de esta maravillosa población haciendo lo que mejor sabes repartiendo pequeñas dosis de ilusión para todos los que se crucen en tu camino y que gracias a ti  compran el cupón cada día. Sigue así, sigue escribiendo esa historia tan maravillosa que estas escribiendo. 

Esta es la historia de un hombre, un vendedor, una población, una gran historia que quedara reflejada para recordar durante siglos en El museo del cupón. 


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Nota: Debo agradecer a don Fernando Macén Bosque por su fantástico trabajo realizado ayudándome a redactar esta publicación. Gracias.